Mes: junio 2017
Los trece hijos
Os traemos una historia para este tiempo, escrita por Sandra Chandía. Al final del cuento, podréis escuchar los aúdios, también cantados al arpa y compuestos por ella.
Un campesino tenía trece hijos. Un día dijo a los doce mayores: ha llegado el momento de que os hagáis cargo de vuestra tierra.
Cogieron sus pertenencias y herramientas de trabajo y emprendieron la marcha sin recibir consejo alguno y sin mirar atrás. Cada uno llevaba un buen puñado de semillas escogido al azar de las reservas de su padre.
Canción:
“Caminantes ciegos, que no oyen consejos
Tus pasos no te han de llevar lejos”
En el camino les hablaros nos campesinos del pueblo, pero ellos no atendieron. Los animales y pájaros les quisieron acompañar, pero ellos siguieron su rumbo, sin atender y sin mirar.
Al llegar a sus tierras esparcieron sus semillas y se durmieron.
Canción:
“Duermen todos los hermanos
Las semillas han echado
Sin mirar, sin atender, sin saber.”
Las semillas no han crecido y los hermanos no saben que hacer. A la casa de su padre llegan noticias de lejos, los doce hijos están perdidos, no han oído consejos.
El pequeño, el treceavo, pide a su padre el favor, que le permita ir en ayuda de sus hermanos por amor.
El pequeño emprende el viaje, en su caballo veloz. Va cargado de la buena semilla y los saberes de su padre labrador.
Canción: “Buen oído ojo atento y la buena decisión, ayudar a los hermanos con su noble corazón“
Al llegar al campo no hay nadie trabajando, los hermanos están dormidos, a nadie han oído.
Con el primer golpe de azada, un centenar de palomas blancas se acercan volando.
Con el estrepito y el aire los hermanos se levantan.
En el pico las palomas llevan semillas nuevas. Apropiadas y preparadas para la nueva tierra.
Y se ponen los hermanos, muy contentos, al trabajo, agradeciendo al pequeño que tan buena nueva trajo.
Canción: “ Paloma del palomar que el amor vas a buscar”
Sandra Chandía R. – Maestra Waldorf